jueves, 13 de noviembre de 2014

EL EFECTO DE LA MARIHUANA EN EL CEREBRO

El efecto de la marihuana en el cerebro depende de los años de consumo

 Los efectos del uso crónico de marihuana en el cerebro pueden depender de la edad de inicio del consumo y de la duración de su uso, de acuerdo con los investigadores del Centro para BrainHealth de la Universidad de Texas (EE.UU.).

 En un artículo publicado «The Proceedings of the National Academy of Sciences» (PNAS), los investigadores por vez primera describen exhaustivamente las anomalías a largo plazo que se producen en la función cerebral y en la estructura de los consumidores de marihuana mediante el empleo de técnicas de resonancia magnética múltiple (RM). Los resultados muestran que los usuarios crónicos de marihuana no solo tienen un menor volumen cerebral en la corteza orbitofrontal (OFC), una parte del cerebro asociada con la adicción, sino también en el aumento de la conectividad cerebral.
Aunque en los últimos años hemos observado un incremento en el consumo de marihuana, apunta Francesca Filbey, del Centro de BrainHealth, «la investigación sobre sus efectos a largo plazo sigue siendo escasa».

Consumidores crónicos
Los investigadores han analizado los datos de 48 usuarios de marihuana y de 62 adultos no consumidores, del mismo sexo y edad. Los autores también controlaron el consumo de tabaco y alcohol de los participantes. Los primeros consumieron marihuana tres veces al día. Las pruebas cognitivas mostraron que los usuarios crónicos de marihuana tenían un menor cociente intelectual en comparación con los controles emparejados por sexo y edad, pero las diferencias no parecían estar relacionadas con las anomalías en el cerebro ni parecía haber ninguna correlación directa entre los déficit de cociente intelectual y una meno volumen de la OFC.

El efecto de la marihuana en el cerebro depende de los años de consumo
Para Sina Aslan, lo que es único en este trabajo es que combina tres técnicas de resonancia magnética diferentes para evaluar las diferentes características del cerebro. «Los resultados sugieren incrementos en la conectividad, tanto estructurales como funcionales, que se pueden compensar las pérdidas de materia gris. Con el tiempo, sin embargo, la conectividad estructural o 'cableado del cerebro' comienza a degradarse con el uso prolongado de la marihuana», explica.
Las resultados, añade por su parte Filbey, revelan que un inicio más temprano en el consumo de la marihuana induce a una mayor conectividad estructural y funcional. «Los datos -comenta- muestran que la gravedad de la utilización está directamente correlacionada con una mayor conectividad».

 Segín Filbey, los estudios existentes hasta la fecha los efectos a largo plazo de la marihuana en las estructuras cerebrales no han sido econcluyentesm debido a las limitaciones en las metodologías. «Y aunque nuestro estudio no concluye asi alguno o todos los cambios en el cerebro son una consecuencia directa del consumo de marihuana, los efectos sugieren que dichos cambios están relacionados con la edad de inicio y la duración del consumo de marihuana».

Mayor vulnerabilidad
El estudio sugiere que la materia gris en la OFC puede ser más vulnerable que la materia blanca a los efectos de delta-9-tetrahidrocannabinol (THC), el principal ingrediente psicoactivo en la planta de cannabis. Según los autores, el estudio proporciona evidencia de que el uso crónico de marihuana inicia un proceso complejo que permite a las neuronas adaptarse y compensar el volumen de materia gris más pequeña, pero se necesitan más estudios para determinar si estos cambios revierten a la normalidad con un uso de marihuana discontinuado, ya que efectos similares están presentes en los consumidores ocasionales de marihuana como en los consumidores crónicos, y si dichos efectos son de hecho el resultado directo del consumo de marihuana o de un factor predisponente.

martes, 11 de noviembre de 2014

EL OMEGA 3 AYUDA A REDUCIR LA DEPENDENCIA AL TABACO


Estudio concluye que el Omega 3 ayuda a reducir la dependencia al tabaco


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La falta de este tipo de ácido graso daña la estructura de las células nerviosas e interrumpe la neurotransmisión en zonas del cerebro involucradas en la sensación de recompensa y satisfacción.

 Fuente original: pulso.cl


 La toma de suplementos de ácidos grasos Omega 3 reduce la dependencia a la nicotina e incluso el número de cigarrillos que un fumador consume cada día, según un estudio de la Universidad israelí de Haifa.

Conforme a esta investigación, el Omega 3 reduce "el tabaquismo de manera significativa", concluyó la jefa del programa de adicciones del departamento de Criminología de la Universidad de Haifa (norte de Israel), Sharon Rabinovitz Shenkar

Además de los problemas respiratorios y cardiovasculares que provoca y su relación con el cáncer, el tabaco hace que disminuyan los niveles de ácidos grasos esenciales en el cerebro, especialmente aquellos similares a los Omega 3
La falta de Omega 3 daña la estructura de las células nerviosas e interrumpe la neurotransmisión en zonas del cerebro involucradas en la sensación de recompensa y satisfacción. A este respecto, el estudio demuestra que la deficiencia de ácidos grasos poliinsaturados Omega 3 dificulta que el fumador se enfrente a la abstinencia y, por el contrario, lleva a que éste recurra más al cigarrillo.

Los investigadores apuntan que la presión y el estrés están asociados a la necesidad del fumador de consumir tabaco y que sus niveles aumentan entre quienes dejan ese hábito. "Pese a todo, la relación entre todos estos factores no había sido estudiada hasta ahora", precisa Shenkar.  

Los participantes del estudio fueron divididos en dos grupos -uno de ellos recibió cápsulas de Omega 3 y el otro un placebo- y se les solicitó que tomaran cinco pastillas durante treinta días, pero nunca se les pidió que dejaran de fumar.

El estudio demostró que, si bien no se encontraron diferencias significativas al inicio del experimento, 30 días después los fumadores que habían ingerido Omega 3 redujeron el consumo de cigarrillos en un promedio de dos al día, aunque no se les pidió que cambiaran sus hábitos al respecto.

lunes, 10 de noviembre de 2014

Compañeros tóxicos para la salud

Compañeros tóxicos para la salud

Muchas bajas laborales están inducidas por malas relaciones con compañeros o jefes que contagian negatividad, estrés y agresividad 

  BEATRIZ G. PORTALATÍN

 En algún momento de nuestra vida nos hemos cruzado, o si no seguramente lo hagamos, con gente tóxica por el camino. Personas que de algún modo ponen nuestro mundo patas arriba y provocan desajustes en nuestra salud física y mental. Pueden poner de los nervios, inducir ansiedad, irritabilidad, amainar incluso nuestra autoestima y, en el peor de los casos, contribuir o generar depresiones importantes. Estas relaciones tóxicas se dan no sólo en parejas sino también con amigos, compañeros de trabajo, o incluso con familiares. 
¿Cómo debemos actuar con ellos?

Una persona envidiosa es capaz de utilizar la insidia y la mentira en sus actuaciones. Nuestra respuesta y actitud debe ir encaminada a debilitar sus estrategias. El envidioso sólo se frena ante nuestra seguridad», admite Mª Jesús Álava Reyes, directora del centro de psicología Álava Reyes de Madrid y autora del libro Trabajar sin sufrir.
 Aprender a manejar determinadas situaciones y adoptar herramientas para poder enfrentarse cara a cara con algunas personas es crucial para salir ileso ante ciertos comportamientos. «Hay muchas bajas laborales inducidas por malas relaciones con los compañeros o incluso con el propio jefe», mantiene Mila Cahue, psicóloga del mismo centro. 

Estas situaciones suelen llevar a estados de estrés o ansiedad que incapacitan el rendimiento de estas personas, llevándolas a tener que dejar su trabajo en muchos casos. «Del 50% al 60% de las ausencias al trabajo que se producen al año están ocasionadas por situaciones de estrés», según un informe elaborado en 2009 por la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (European Agency for Safety and Health at Work, EU-OSHA). Es más, estimaciones recientes de la Organización Mundial de la Salud señalan que «la ansiedad y la depresión serán la principal causa de baja laboral en las naciones desarrolladas en el año 2020». 
Pero no sólo en el terreno laboral pueden aparecer relaciones tóxicas, sino también en el entorno social. Todos en algún momento de nuestras vidas podemos toparnos con alguna persona que para nosotros resulte tóxica. «Cualquier cosa que implique una relación (del tipo que sea) puede producir toxicidad, y hay que mirar en qué grado. No se trata de personas ni de perfiles concretos sino de un patrón de conducta», afirma Cahue. 

Rasgos característicos

Algunos de los rasgos característicos que configuran este patrón son la manipulación, el pasar de un extremo a otro (un día soy muy simpático contigo y otro día soy todo lo contrario), o el mentir de forma constante y justificar esa mentira siempre culpando a los demás. Un rasgo muy característico es que en las discusiones suelen llevarlas siempre al terreno de lo personal en vez de centrarse en el foco de la discusión en sí. Para el psicólogo y escritor José Enrique Vázquez, una persona tóxica es aquella que en las relaciones interpersonales desgasta, culpabiliza, intimida y le roba la energía y esperanza al otro: «No aportan nada positivo, no ayudan, no son empáticos ni asertivos y, sobre todo, suelen ser tremendamente egoístas, egocéntricos y no quieren saber de respeto y tolerancia con los demás».

No siempre es fácil detectar a las personas tóxicas, pero el cerebro suele avisar: «Lo hace en forma de tensión», informa Cahue. La relación con esa persona nos produce una determinada tensión que, dependiendo del caso y de la persona, se puede traducir en migrañas, úlceras de estómago, dermatitis, ataques de pánico, ansiedad e incluso, en situaciones más graves y complicadas, puede producir ciertos tics. Esa tensión es la que nos avisa de que estamos ante una relación que no nos conviene o que debemos cambiar nuestra forma de actuar ante ella para que no tenga consecuencias negativas.
El problema no es que existan estas personas sino cómo nosotros las interpretamos. «Es importante no valorarlas como una amenaza (aunque en muchas ocasiones puedan serlo), y tomar una actitud activa, centrada en la búsqueda de soluciones, marcando límites para defender nuestros derechos. Resulta muy positivo identificar y conocer nuestras limitaciones», explica de la Fuente.


Aunque en muchos casos se intenta escapar de estas personas, en ocasiones esa huida es imposible. Por ejemplo, cuando el jefe es la persona tóxica. En una situación así hay que actuar teniendo en cuenta ciertas indicaciones. Por ejemplo, si vamos a tener una reunión en su despacho, Vázquez aconseja realizar un ejercicio de relajación: «Relajarnos para darnos una ducha interior rápida que limpie nuestro propio veneno en forma de tópicos, expectativas, o falsas creencias que pueden dar un tinte más dramático a la situación». Y después de centrarnos en la respiración, tomar lentamente unos sorbitos de agua que nos darán ese punto de tranquilidad y paz que necesitamos. Además, «tenemos que confiar en nuestros valores», indica el exp

viernes, 7 de noviembre de 2014

El impacto de la cocaína sobre el corazón

Un joven prepara varias dosis de cocaína.El impacto sigiloso de la cocaína sobre ecorazón

Un estudio español demuestra lesiones cardiovasculares en adictos asintomáticos.

  

No siempre muestra signos de alerta, pero la cocaína afecta seriamente al corazón de quienes la consumen. Acaba de demostrarlo un equipo de investigadores españoles que, mediante técnicas de diagnóstico por imagen, ha puesto de manifiesto importantes daños cardiovasculares en individuos asintómaticos.
Según sus datos, un 71% de los adictos estudiados, que no presentaban sin signos de enfermedad en su corazón, tenían "algún tipo de patología cardiaca", tal y como explica Alicia Maceira, coordinadora del trabajo publicado en Journal of Cardiovascular Magnetic Resonance y responsable de la Unidad de Imagen Cardiaca del Centro Médico ERESA de Valencia.

Hasta ahora, aclara la investigadora, el impacto de la cocaína sobre el corazón se había estudiado principalmente en autopsias de pacientes cocainómanos fallecidos a causa de una muerte súbita. Pero este estudio demuestra que las lesiones ya existen en individuos sin síntomas y que la probabilidad de que estas aparezcan aumenta a medida que lo hace la duración del consumo

 Para llevar a cabo el estudio, este equipo, en el que también han participado científicos del Departamento de Cardiología del Hospital Arnau de Vilanova, la Unidad de Conductas Adictivas del área Valencia-La Fe, el Departamento de Psiquiatría del Hospital General de Valencia y la Unidad de cardiorresonancia del Hospital Royal Brompton de Londes (Reino Unido), reclutó a un grupo de 94 pacientes (84 de ellos varones y cuya edad media era de 36 años) que habían ingresado en una clínica de rehabilitación de adicciones (la media de consumo de cocaína era de 14 años). 

Entre otras pruebas, se sometió a los individuos a una cardiorresonancia magnética 3T, una técnica que permite 'visualizar' el funcionamiento del sistema cardiovascular. Tras comparar las imágenes con las de personas sanas, los investigadores comprobaron que en el 71% de los adictos había daños en el corazón
"Lo más frecuente eran las disfunciones sistólicas del ventrículo izquierdo", señala Maceiras, que también cita la presencia de dilataciones del ventrículo izquierdo en un porcentaje considerable de las personas analizadas y la constatación de que el 30% de la muestra presentaba "focos de realce tardío de gadolinio en el miocardio", un marcador que se asocia con distintos problemas, como la fibrosis.
"Muchas de las lesiones, como la disfunción sistólica, eran leves", reconoce Maceiras, pero "hay que tener en cuenta que los pacientes estaban asintomáticos" y que el estudio analizó los efectos crónicos del abuso, y no los provocados en la fase aguda. 

En este sentido, la especialista subraya que la citada disfunción en el ventrículo derecho se asoció directamente con el número de años de consumo regular de la sustancia, lo que podría tener importantes implicaciones clínicas. De hecho, todas las lesiones son compatibles, aunque en un estadio precoz, con daños graves, como los infartos o las muertes súbitas que otras investigaciones han ligado al consumo de cocaína.
Aunque los investigadores midieron el impacto que un abuso doble de cocaína y sustancias como el alcohol (se excluyeron del análisis a los consumidores de drogas de síntesis) ejercía sobre el corazón, los investigadores no encontraron un mayor efecto perjudicial, un dato que contrasta con el de otras investigaciones sobre el tema. 

En una segunda fase, subraya Maceiras, los investigadores intentarán evaluar hasta qué punto los daños son reversibles al dejar de consumir la cocaína, qué mecanismos provocan el desarrollo de las lesiones y si se puede diseñar un parámetro que ayude a los especialistas a detectar a los individuos de riesgo para derivarlos al cardiólogo. 

"Hoy en día, los médicos no suelen pensar en las cardiopatías ante una adicción de este tipo y nuestro estudio demuestra que no hay que esperar a que haya síntomas para actuar", señala.

jueves, 6 de noviembre de 2014

¿CUÁNTAS CALORÍAS TE BEBES?


The Royal Society for Public Health (RSPH) said that too many people were unaware of the high calorie content of some alcoholic drinks they consume often. Let’s take a look at some such drinks and compare them to the food with equivalent calories.

La Real Sociedad de Salud Pública (RSPH) afirmó recientemente que muchas personas no eran conscientes del alto contenido calórico de las bebidas alcohólicas que consumen habitualmente. Vamos a repasar algunas de esas bebidas y a compararlas con alimentos en cuestión de calorías.



A glass of wine is almost like having 4 fish fingers.

Vino

Un vaso grande de vino de 320 calorías es casi el equivalente a tomar cuatro palitos de pescado.



For 175 calories you can have a double gin 'n' tonic, but if you are at a party and a chug down four glasses, that is 700 calories. This makes it equal to having chicken curry and rice.

Gintónic

Con 175 calorías puedes tener un gintónic doble, pero si estás en una fiesta y te bebes cuatro copas, serán 700 calorías. Eso equivale a una ración completa de pollo al curry con arroz.

 

Though a double vodka glass is light and contains 165 calories, you can have a doughnut and consume the same number of calories.

Vodka

Un vaso doble de vodka puede parecer light, pero contiene 165 calorías, lo que equivale a un donut con azúcar.



Pina Colada with rum contains a staggering 644 calories, making it similar to having a big Mac Burger.

Piña Colada

La piña colada con ron contiene la alucinante suma de 644 calorías, por lo que es como tomarte un Big Mac en lo que respecta a calorías.




A Beer pint contains about 160 calories. It also means you can treat yourself to four jaffa cakes with same calorie consumption.

Cerveza

Una pinta de cerveza contiene unas 160 calorías, lo cual equivale a cuatro galletas rellenas como las de la imagen.
 


Sugary and sweet, alcopops might taste good, but at 175 calories a pop, you could also enjoy a slice of pizza.

Un refresco con alcohol

Es dulce y sabe muy bien, pero por sus 175 calorías podrías también comerte un trozo de pizza.
A standard glass of Red Wine contains around 200 calories, similar to those in a Cornetto.

Vino tinto

Un vaso normal de vino tinto contiene alrededor de 200 calorías, similar a lo que consumirías si te comieras un Cornetto.
For a tasty margarita which has 175 calories, you could also go for a taco.

Margarita

Tomarte un margarita es el equivalente a comer un taco, que tiene 175 calorías.
With 124 calories in a martini, one can have a piece of bread for the same number of calories.

Martini

Puedes disfrutar de un martini por 124 calorías, que son las mismas que tiene un trozo de pan.

A couple of champagne glasses contain 380 calories and for which you could also tuck into a slice of chocolate cake.

Champán

Un par de vasos de champán contienen 380 calorías. Con esa cantidad, podrías tomarte un trozo de tarta de chocolate.






miércoles, 5 de noviembre de 2014





























 

 

 

 

UNAD presenta la primera encuesta que relaciona el género y los problemas de adicciones

Metroscopia revela cuál es la actual percepción de la ciudadanía española acerca de las drogas y las adicciones

• La población entiende que hombres y mujeres se comportan de forma diferente ante el consumo de drogas
• La ciudadanía considera que la "adicción a los tranquilizantes" es cosa de mujeres
• Ocho de cada diez personas creen que la edad de inicio en el consumo de cocaína y marihuana es cada vez menor
• UNAD alerta sobre la falta de visibilidad e indefensión que padecen las víctimas de violencia de género con problemas de adicciones

¿Se comportan igual los hombres y las mujeres ante las drogas? ¿El consumo se da por igual entre unos y otras? A juicio de la población el género marca tendencias. Hombres y mujeres no se inclinarían por las mismas sustancias. Es una de las conclusiones que revela la encuesta encargada por UNAD a Metroscopia para conocer la percepción que tiene la ciudadanía española sobre adicciones y drogas.

Las diferencias entre géneros están presentes en el ámbito de las adicciones. Según indica la encuesta de Metroscopia la impresión mayoritaria de la población española (45 %) es que la adicción al alcohol se da más entre los hombres que entre las mujeres (10 %). Jóvenes —6 de cada 10— comparten esta percepción algo que contrasta con lo expresado por las personas mayores de 55 años, quienes creen que la adicción al alcohol se da por igual entre hombres y mujeres.
Sin embargo, en el caso de la adicción a ‘los tranquilizantes’, la ciudadanía cree (63%) que son las mujeres las que padecen en mayor medida este problema. Siendo esta la opinión mayoritaria entre las propias mujeres (72 %).  
La adicción al tabaco es otro de los aspectos sobre los que se ha preguntado a la ciudadanía sin que esta parezca decantarse por ningún género. La opinión mayoritaria (43 %) es que afecta a hombres y mujeres por igual.

Edad de inicio
La percepción que tienen los ciudadanos respecto a la edad de inicio en el consumo de sustancias es que se adelanta: ocho de cada diez personas creen que el inicio al consumo de cocaína y marihuana se produce a edades más tempranas, pero el dato más sorprendente es que la mitad de la población española piensa que eso mismo está pasando con la heroína. La homogeneidad en las respuestas tanto en cuanto al sexo y la edad es otro de los datos relevantes.
Tras el análisis de esta encuesta, UNAD ha observado que las impresiones de la población no se alejan demasiado de la realidad. El último informe elaborado por la entidad, a partir de datos recogidos en toda la red asociativa, muestra que la edad de inicio en las drogas ha descendido. En cuanto al género, se ha constatado a través de las personas atendidas que aumenta significativamente el número de mujeres que piden ayuda por problemas de adicciones. 
La red UNAD, considera fundamental abordar la relación que existe entre género y drogas para poder atender las necesidades reales y dar una respuesta efectiva. Según José Luis Rabadán, experto en nuevas adicciones y miembro de la Junta Directiva de UNAD: “La mujer no es tenida en cuenta en el ámbito de las adicciones y resulta imprescindible darle visibilidad. Hay que incluir el género en las campañas de sensibilización, en las políticas de prevención, en las investigaciones que se realizan, en la elaboración de informes...” señala Rabadán. 
En relación a género y drogas, UNAD ha detectado un aspecto preocupante y desatendido: la alta prevalencia de malos tratos entre mujeres con problemas de adicciones. Según José Luis Rabadán: “No existen protocolos adecuados para ellas. No reciben la atención necesaria. Hemos visto que, a menudo, asumen la violencia como un castigo merecido por su adicción, interpretan que la pareja es agresiva con ellas porque toman drogas. El hecho es que las mujeres que sufren violencia y son drogodependientes no denuncian a sus parejas”, sostiene José Luis Rabadán.
Fuente: UNAD

martes, 29 de abril de 2014

ESTUDIO: CANNBIS Y DAÑOS CEREBRALES

Cuando la popularidad de la marihuana parece no dejar de extenderse, un estudio de la Universidad Northwestern señala que el consumo de cannabis provoca cambios considerables en el cerebro incluso de aquellos que la fuman de vez en cuando.
Publicado en la prestigiada revista The Journal of Neuroscience, el estudio revela que el consumo de marihuana provoca anomalías considerables en regiones del cerebro que tienen que ver con la motivación y las emociones.
 
El estudio cuestiona la idea popular de que fumar marihuana de vez en cuando no tiene consecuencias para la salud.
El estudio se llevó a cabo entre 20 fumadores de marihuana y 20 no fumadores entre las edades de 18 y 25 años durante tres meses.
Los resultados revelan que incluso aquellos fumadores que la consumieron ocasionalmente mostraron un impacto en zonas del cerebro asociadas con las emociones.
El científico Hans Breiter, de la Universidad Northwestern, señaló que mucha gente considera que el consumo recreativo de marihuana no ocasiona problemas.
“La gente piensa que un poco de uso recreativo no debe causar ningún problema, si alguien está haciendo bien su trabajo o le está yendo bien en la escuela. Pero los datos obtenidos muestran directamente que esto no es el caso”, afirma Breiter citado por el portal científico Science Newsline.
Aproximadamente 19 millones de estadounidenses fuman marihuana, según la Encuesta Nacional sobre Uso de Narcóticos. Además, la legalización y despenalización de la marihuana en varios estados refleja una actitud cambiante respecto a esta droga.
Según el estudio, la marihuana tiene un efecto sobre una zona del cerebro denominada núcleo accumbens, que controla el placer y el aprendizaje por esfuerzo.
Para los fumadores de cannabis, las recompensas naturales –como la comida y el sexo– dejan de ser tan atractivas porque drogas como la marihuana liberan más dopamina, según el estudio.
La dopamina es una sustancia química que tiene que ver con el placer que se genera en el cerebro.
Este es el primer estudio que muestra que el uso recreativo de marihuana podría estar ligado a cambio estructruales en el cerebro.